Las células madre son la clave para la cicatrización de heridas, ya que se convierten en tipos de células especializadas en todo el cuerpo, incluso en los dientes.
Ahora, un equipo internacional de investigadores ha encontrado un mecanismo que podría ofrecer una posible solución novedosa para la reparación de dientes.
Células Madre – Regeneración
Las células madre se pueden identificar en el estroma (tejido conectivo) de la mayoría de los tejidos y órganos. Estas células proporcionan una fuente de células que se activan tras el daño tisular para generar tipos de células diferenciadas que promueven la reparación de los tejidos. La orientación específica de estas células madre residentes se ha convertido en un objetivo importante para las terapias regenerativas.
Utilizando el diente de mamífero como un órgano modelo de fácil acceso, hemos desarrollado un nuevo tratamiento farmacológico (ReDent) que activa las células madre residentes en la pulpa del diente para diferenciarse en el tipo de células especializadas (odontoblastos) que producen dentina reparadora. De esta manera, ReDent promueve la autorreparación de los dientes después de la extracción de caries.
Se prevé que ReDent esté en ensayos clínicos en los próximos 12 meses. Estos mismos principios también se están aplicando al desarrollo de tratamientos basados en células madre para la enfermedad periodontal.
Actualmente, los dientes se reemplazan mediante implantes o prótesis dentales (dentadura postiza). El objetivo final de la odontología regenerativa es utilizar enfoques de bioingeniería para desarrollar un método que permita que un diente funcional completamente nuevo crezca en la boca.
La prueba de principio básica que demuestra que esto es posible se estableció hace varios años. Se presentarán nuestros últimos avances en esta área y se discutirán los obstáculos restantes.
Publicado en Nature Communications , el estudio mostró que un gen llamado Dlk1 mejora la activación de las células madre y la regeneración de tejidos en la cicatrización de los dientes.
El trabajo fue dirigido por el Dr. Bing Hu de la Facultad de Odontología de la Universidad de Plymouth, con la colaboración de investigadores de todo el mundo .
La ciencia detrás del descubrimiento
El Dr. Hu y su equipo descubrieron una nueva población de células madre mesenquimales (las células madre que componen el tejido esquelético como el músculo y el hueso) en un modelo de incisivo de ratón en continuo crecimiento. Demostraron que estas células contribuyen a la formación de dentina dental, el tejido duro que recubre el cuerpo principal de un diente.
Es importante destacar que el trabajo mostró que cuando estas células madre se activan, luego envían señales a las células madre del tejido para controlar la cantidad de células producidas, a través de un gen molecular llamado Dlk1. Este documento es el primero en mostrar que Dlk1 es vital para que este proceso funcione.
En el mismo informe, los investigadores también demostraron que Dlk1 puede mejorar la activación de células madre y la regeneración de tejidos en un modelo de cicatrización de heridas dentales. Este mecanismo podría proporcionar una solución novedosa para la reparación de los dientes, tratando problemas como la caries y el desmoronamiento (conocido como caries) y el tratamiento de traumatismos.
Es necesario realizar más estudios para validar los hallazgos para aplicaciones clínicas, a fin de determinar la duración y la dosis adecuadas del tratamiento, pero estos primeros pasos en un modelo animal son emocionantes
Las células madre son tan importantes que, en el futuro, los laboratorios podrían utilizarlas para regenerar tejidos que se han dañado o perdido debido a una enfermedad, por lo que es vital comprender cómo funcionan. Al descubrir tanto las nuevas células madre que forman el cuerpo principal de un diente como al establecer su uso vital de Dlk1 en la regeneración del tejido, hemos dado pasos importantes para comprender la regeneración de células madre.
El trabajo se ha realizado en modelos de laboratorio en esta etapa, y es necesario trabajar más antes de que podamos llevarlos al uso humano. Pero es un gran avance en la medicina regenerativa que podría tener enormes implicaciones para los pacientes en el futuro.