El cambio climático cada vez está teniendo mayor peso en la sociedad. Por lo que acometer una serie de acciones resulta primordial si se quiere dejar un Planeta limpio a las generaciones venideras. Por eso, todos los países miembros de la Unión Europea se han propuesto cumplir una serie de requisitos con el fin de frenar el calentamiento global.

En lo que concierne a nuestro territorio, el Gobierno publicó el Real Decreto 56/2016, de 12 de febrero que tiene como objetivo promover una serie de medidas con las que optimizar el consumo energético de las empresas. En el decreto se recoge la necesidad, entre otros aspectos, de la realización de auditorías energéticas con el objetivo de promover acciones de eficiencia.

El RD 56/2016 obliga a efectuar una auditoría energética cada cuatro años, y especifica que para su correcta realización, deberá cubrir un 85% del consumo total de energía de las instalaciones de la compañía ubicadas en la geografía nacional.

Para cumplir con lo estipulado por esta normativa, el Real Decreto dispensa dos alternativas en las que se pueda acreditar la reducción de gases de efecto invernadero (GEI) y la optimización de la eficiencia energética.

La primera de ellas es la realización de una auditoría energética según las pautas marcadas en el RD 56/2016. La segunda hace referencia a la apuesta por un sistema de gestión energética o ambiental basándose en la realización de una auditoría energética.

Con estas medidas, los estados miembros de la Unión Europea esperan cumplir los objetivos previstos para el 2030. Frenar lo máximo posible el calentamiento global y que tanto empresas como industrias o pymes apuesten por la eficiencia y el empleo de energías renovables como la mejor elección para reducir sus consumos.