Según los hallazgos recientes del Foro Económico Mundial, se necesita una acción colectiva para lograr la seguridad alimentaria global. De hecho, el sistema alimentario contribuye aproximadamente con un tercio de las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI). Por lo tanto, se necesitan soluciones para transformar la agricultura y mitigar su impacto ambiental.
Por una agricultura sostenible
Los agricultores, investigadores y fabricantes están centrando su atención en las variedades de cereales sostenibles que pueden asegurar el futuro de los alimentos. Estos cereales ofrecen un salvavidas potencial tanto para la seguridad alimentaria como para la sostenibilidad ambiental al crear alternativas resilientes para el sector agrícola.
Según el informe Sustainable Ingredients for Bakery Success del proveedor de información alimentaria SPINS, los cereales sostenibles alcanzarán un crecimiento saludable en 2024. A pesar de su potencial, este tipo de cereales enfrentan obstáculos a lo largo de la cadena de valor.
Sin ir más lejos, los agricultores deben hacer frente al aumento de los costos de la tierra, mientras que después de la cosecha, también deben enfrentar la fluctuación de los precios de los cereales y los estrictos requisitos prácticos. Por otra parte, el aumento de los costos laborales y la disminución de las poblaciones rurales también complican los esfuerzos para ampliar las prácticas sostenibles.
Mejorar la seguridad alimentaria
Los sistemas de producción de cereales sostenibles se han vuelto más frecuentes en los últimos años, y la conciencia ha aumentado desde que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lanzó su metodología práctica bajo el lema “Ahorrar para Crecer”. Estos sistemas cuentan con una mayor biodiversidad, suelos vivos, gestión integrada de plagas y bajas emisiones de GEI, al tiempo que crean alimentos de alta calidad y generan seguridad alimentaria.
Concretamente, los granos sostenibles desempeñan un papel crucial en la prevención de la pérdida de biodiversidad, la protección de la salud del suelo y la mitigación de los impactos del pastoreo excesivo y la agricultura intensiva. Estos granos no solo enriquecen el suelo, sino que también ofrecen un contenido nutricional superior y reducen la necesidad de utilizar herbicidas.
En este sentido, cada vez son más personas las que siguen dietas veganas o vegetarianas, incluso otras basadas en el consumo de alimentos ecológicos, 100% libres de pesticidas y otros contaminantes. Muchos supermercados y herbolarios cuentan con secciones específicas en las que venden alimentos y suplementos nutricionales que cumplen con estas características.
El auge del consumo de cereales y granos
Actualmente, según las declaraciones y los estudios realizados por SPINS, los granos están experimentando un resurgimiento. “En estos momentos, los consumidores buscan tanto la conveniencia como los beneficios nutricionales de los granos convencionales”, han matizado desde la compañía.
Por ejemplo, alternativas como el cuscús y la quinoa han ganado una popularidad considerable y se han convertido en productos básicos para los consumidores preocupados por su salud. Su popularidad entre los consumidores ha impulsado el aumento del espacio en las estanterías de los comercios minoristas y el lanzamiento de nuevos productos.
Cada grano ofrece propiedades únicas que satisfacen una variedad de preferencias de los consumidores. Uno de los más populares, el mencionado cuscús, es apreciado por su rápido tiempo de cocción y su versatilidad para absorber condimentos. Mientras que la quinoa es una proteína vegetal completa que contiene los nueve aminoácidos esenciales.
Cereales innovadores y sostenibles
Cabe señalar que entre los cereales que lideran la tendencia se encuentran siete variedades sostenibles básicas: trigo sarraceno, mijo, farro, teff, quinoa, sorgo y amaranto.
Probablemente uno de los más desconocidos para nosotros sea el teff. Este tiene un alto contenido de almidón resistente y favorece el control del azúcar en sangre, interviniendo también en el control del peso y el confort digestivo. Por su parte, el sorgo destaca por su alto contenido proteico y antioxidante, mientras que el amaranto ofrece péptidos antiinflamatorios, beneficios sin gluten y fitoesteroles que ayudan a reducir el colesterol.
Por último, el mijo es una fuente de fibra soluble e insoluble que favorece la salud del corazón y del intestino, y también es rico en antioxidantes. La popular quinoa representa el 73% de las ventas, es el líder en su ámbito, pero ha experimentado una disminución de 2 millones de dólares, mientras que el farro y el trigo sarraceno han surgido como líderes en crecimiento.
Referencias
- Ahmar S, Usman B, Hensel G, Jung KH, Gruszka D. CRISPR enables sustainable cereal production for a greener future. Trends Plant Sci. 2024 Feb;29(2):179-195.
- Poutanen KS, Kårlund AO, Gómez-Gallego C, Johansson DP, Scheers NM, Marklinder IM, Eriksen AK, Silventoinen PC, Nordlund E, Sozer N, Hanhineva KJ, Kolehmainen M, Landberg R. Grains – a major source of sustainable protein for health. Nutr Rev. 2022 May 9;80(6):1648-1663.